Por Lida Prypchan
Su nombre original era Alexander-César-Leopold, pero su familia lo rebautizó Georges dos años después de su nacimiento. Este cambio de nombre será fuente de confusiones y polémicas para él durante muchos años.
Georges Bizet fue un músico nacido en Paris, Francia, el 25 de octubre de 1838. En su familia habían tres músicos: su padre, profesor de canto, su madre, pianista y un tío, también profesor de canto y al mostrar sus fuertes inclinaciones hacia la música, ellos fomentaron sin vacilación su vocación, guiándolo por la senda de la ópera y del piano.
Músico superdotado, entra al Conservatorio de Paris a la temprana edad de 9 años a estudiar piano, donde obtiene dos premios: uno en 1851 y el siguiente en 1852. En 1853 comienza a estudiar composición. A los 19 años gana el Gran Premio de Roma en composición con su cantata Clovis y Clotilde.
El premio consistía en una beca de cinco años, debiendo pasar los primeros dos años en Roma, el tercero en Alemania y los dos restantes en París, con el único requisito de presentar anualmente una obra original según los requerimientos de la Académie.
A los 20 años, escribe como primer original la ópera bufa Don Procopio, en vez de una misa como le había sido requerido, y seguidamente el poema sinfónico Vasco de Gama.
Encantado con la belleza de Roma y de la naturaleza que la rodea, pide y obtiene el permiso para pasar en este país el tercer año de su pensión, sin embargo antes de finalizar ese tercer año debe regresar a París pues su madre estaba gravemente enferma, y murió un año después.
Ya en París escribió La Caza de Ossian y Los Pescadores de Perlas. Esta obra es tímidamente acogida por el público y Bizet sigue entregado a la música escénica. Más tarde escribe la ópera Iván IV basada en la vida de Iván El Terrible.
En el otoño de 1867 estrena con gran éxito la opera La Jolie Fille de Perth. Tiempo después presenta sus obras: la Fantasía Sinfónica Roma y la Arlesiana de Daudet, las cuales dejan indiferente al público.
Bien pronto dos temas españoles exaltan la inspiración de Bizet. Uno es El Cid, opera inédita. El otro es la famosa Carmen basada en la novela de Prosper Mérimée. Su estreno en 1875 fue recibido con desdeñosa frialdad aunque no con protestas ruidosas, por lo que la obra se mantuvo lánguidamente en los carteles.
El mismo día que Carmen completó treinta y tres representaciones – el 3 de junio de aquel año – Bizet fallece súbitamente en Bougival. Tenía 36 años. La noticia conmovió la opinión filarmónica francesa.
Entonces comenzó a producir un remordimiento difuso aquel descorazonador trato con que venía recibiéndose su obra a lo largo de una fecunda existencia que no se dejó abatir por los injustos fracasos.