LA VISIONARIA

Por Lida Prypchan

La Mujer Visionaria es intuitiva, puede ver el futuro que revela mensajes, a veces oscuras profecías, a veces visiones luminosas que resultan insospechadas a la mente racional. Su conocimiento y percepción proceden de fuentes misteriosas que trascienden la lógica y los métodos empíricos.

Es una amenaza para el pensamiento jerárquico porque sus visiones no se pueden entender por el sólo raciocinio y en consecuencia, a menudo es temida y/o ridiculizada, e incluso condenada porque tiene acceso a un plano de percepción que muchos se niegan a experimentar.

Los poetas, místicos, santos, chamanes, artistas, actrices, maestros y curadores incluyendo algunos psicoterapeutas son algunos de los canalizadores tradicionales y contemporáneos de la sabiduría visionaria.

La visionaria recibe el conocimiento directamente del inconsciente por medio de imágenes, sueños, voces, palabras y frases internas o sensaciones corporales que repentinamente le sobrevienen y que en algunas ocasiones la atemorizan y en otras la llenan de éxtasis. Funciona como un conductor con un canal directo a un terminal psíquico.

La analista junguiana Toni Wolff, colega y musa de Carl Jung, fue la primera persona que dio un nombre formal a este arquetipo femenino, la llamó “Mediadora”. La mujer Mediadora – escribió Wolff – está inmersa en el inconsciente colectivo. Tiene un don especial de visión beneficiosa para el género humano de totalidad y armonía en el mundo. Pero, como su relación con la psique funciona sobre todo a nivel universal, su vida personal puede sufrir.

La mujer Mediadora que no conoce su relación especial con el inconsciente, puede ser abrumada por el poder que éste ejerce sobre ella y convertirse en su mero agente, actuando lo que “está en el aire”.  Toma así el papel del chivo expiatorio que carga con las proyecciones negativas de aquellas personas que niegan lo que ella ve en relación a su devenir o a de la sociedad.

Como es portadora de los aspectos oscuros que pueden perturbar los valores prevalecientes, la mujer Mediadora es una amenaza para los demás. Juana de Arco fue una visionaria, un chivo expiatorio y, sin embargo, llevo esperanza a toda una cultura y se convirtió en un ícono y un símbolo de salvación.

Los talentos y la naturaleza de la visionaria con frecuencia son llamados esotéricos, pero en realidad la intuición es una característica inherente al ser humano.

Referencias Bibliográficas

  • Leonard L. La Locura Femenina: Un Reto Interior para el Espíritu Femenino. Centro de Estudios Junguianos. Caracas. 1999.