LA SEÑORA DE LAS BOLSAS

Por Lida Prypchan

Bajo la superficie de la mujer cuidadosamente arreglada, de la profesional altamente calificada, del ama de casa de los suburbios, de la viuda rica, con frecuencia acecha “el temor de la Señora de las Bolsas”.

Muchas mujeres temen secretamente que su entorno cuidadosamente edificado podría desmoronarse  si se quedaran solas del todo. Temen que se hagan realidad sus más temidas fantasías sobre su posible incapacidad de sostenerse material y emocionalmente. Temen deteriorarse, no poder continuar en la lucha cotidiana, y con ello abandonarlo todo y terminar pobres y viviendo en la calle.

Estas fantasías reflejan el temor a “perderlo todo”, un temor bien asentado en una cultura que mide nuestro éxito por la cantidad de posesiones que atesoramos a lo largo de nuestras vidas.

El temor de la Señora de las Bolsas con frecuencia surge cuando una mujer está a punto de hacer un cambio importante en su vida. El cambio puede ser geográfico, como mudarse de casa; o psicológico, como romper o iniciar una relación, cambiar de profesión o comprometerse con un estilo nuevo de vida. Algunas veces estos cambios son voluntarios, pero otras veces son forzados.

El temor a convertirse en la Señora de las Bolsas a menudo impide que una mujer tome los riesgos necesarios para lograr una vida creativa y espiritual.

Referencias Bibliográficas

  • Leonard L. La Locura Femenina: Un Reto Interior para el Espíritu Femenino. Centro de Estudios Junguianos. Caracas. 1999.