CONDENADO A LA FELICIDAD

Por Lida Prypchan

Algunas doctrinas filosóficas dicen que la vida es sufrimiento. Otras dicen, que entre alegrías y desdichas transcurre la vida. Éstos filósofos al profundizar en sus creencias han dicho que se extraen más enseñanzas del dolor que de la alegría. Corroboran los egipcios esta creencia al decir que el sufrimiento purifica el alma, nos hace más empáticos y comprensivos frente a los padecimientos de otros, lo cual significa que nos hace mejores como seres humanos. No se puede comprender lo que no se ha sufrido.

Hay seres, sin embargo, que salen fuera de este patrón. Me refiero al Sr. H. Él no es dueño de su destino. Al resto se nos presenta la incógnita de escoger entre dos caminos cuyas consecuencias son opuestas; al Sr. H. no le pasa eso. Él no es dueño de sí mismo, él es prisionero de su destino; ni las circunstancias ni su voluntad podrían cambiarlo.

Pero es tan afortunado que nació con la objetividad, y gracias a ella se pudo dar cuenta que no debía mover un dedo para cambiar ni sus circunstancias ni su destino y que debía en cambio instalarse cómodamente y consumir su vida con felicidad. El precio de esta felicidad era la mediocridad, y esto también lo sabía y lo aceptaba. ¿Para qué querría la superioridad, si para él esta mediocridad lo hacía sentirse cómodo consigo mismo y con su destino?

Se dice, que la vida sería aburrida sin sufrimientos, lo cual es falso.

¿Por qué habría de ser aburrida?  Existen más sufrimientos de los que deberían y es por nuestra imperfecta concepción de la vida. No aprende uno a tiempo a jerarquizar entre lo digno de atención y lo que no lo es. Cuando esta característica trasciende lo individual, colectivamente es peor porque los hombres no se conforman con sufrir, sino que arrastran a otros, así de importantes se creen.

De esta forma, resulta absurdo mortificarse por lo que el resto de la humanidad cree sobre uno;  la reputación es un invento social para controlar nuestro comportamiento, para hacernos hipócritas, ¿cómo puede uno basar sus acciones, en la concepción que otros tengan de ellas?  Cumplir con fulano y más tarde con zutano ¿y cuándo cumpliremos con nosotros mismos, cuando nos estén enterrando?

La historia está llena de alusiones sobre este tema. En sus páginas se ve, cómo innumerables individuos perdían sus vidas para que los tomaran en cuenta, abandonaban a la familia, traicionaban a sus amigos, ¿para qué? Para que los tomaran en cuenta, para que la página  de un libro dijera que habían existido.