LA FALTA DE AFECTO Y SUS CONSECUENCIAS ¿SOMOS NEURÓTICOS?

Por Lida Prypchan

¿Cómo definir la neurosis?

El neurótico mantiene intacto su contacto con la realidad y se comporta como si esa realidad tuviese para él el mismo significado que para el resto de la comunidad, con tendencia a desarrollar conductas repetitivas. La neurosis es un trastorno psíquico en el que se evidencia un elevado nivel de angustia producido por temores, por defensas creadas ante esos temores y por intentos de establecer soluciones entre las tendencias en conflicto como  mecanismo de compensación.

Este concepto resulta válido sólo sí se aparta al individuo y su trastorno, de las normas establecidas en una cultura. Así, en el neurótico encontramos de manera desproporcionada las causas la angustia, la necesidad de afecto, el complejo de inferioridad, la hostilidad, la marcada susceptibilidad, el complejo de culpa y un diferente significado y relación con la sexualidad.

Y si bien ustedes encuentran que todo esto lo puede padecer una persona común y corriente de nuestra época sin necesidad de ser neurótica, es importante remarcar que las características antes mencionadas en el neurótico tienen manifestaciones mucho más marcadas e irracionales de lo que se piensa, debido a un trastorno mental.

La ansiedad es una parte inevitable de la vida y de las experiencias de cada individuo. Para que una afección sea llamada neurosis los actos ejecutados bajo el efecto de la ansiedad deben ser desproporcionados en relación a los motivos que los originan.

Entre las causas de neurosis, no pudiendo descartar la herencia como factor importante, se encuentran: falta de afecto en la infancia, un régimen de crianza erróneo ya sea por exceso de indulgencia o de rigidez.

Los síntomas de la neurosis pueden ser mentales o físicos. La tensión, la aprensión y las preocupaciones son rasgos comunes de esa patología y las reacciones fóbicas se convertirán en el foco de la enfermedad. Otros síntomas pueden ser: irritabilidad, depresión, distracción, insomnio, pesadillas o sueño intranquilo, palpitaciones, indigestión y enrojecimiento facial.

Los conflictos emocionales en la raíz de una neurosis podrían convertirse en reacciones físicas sin ninguna causa corporal verdadera. Estas reacciones de “conversión” son una forma de histeria y pueden abarcar desde la parálisis de una parte del cuerpo hasta las amnesias o ataques de ceguera o de sordera. Estos síntomas suelen tener un claro significado simbólico: las reacciones histéricas adoptan la forma de amnesia, con el fin de escapar a los conflictos penosos y molestos.

La neurosis obsesiva, la menos común de las reacciones neuróticas, llega a constituir una defensa contra la ansiedad o a simbolizar algunos sentimientos de culpa reprimidos. Estas reacciones “compulsivo-obsesivas” se extienden hasta convertirse en ideas fijas que dan vuelta continuamente en la mente del paciente.