Por Lida Prypchan
La ascendencia de los poderes fácticos sobre las masas es deslumbrante. Se requiere de la pobreza, de la ignorancia, de la alienación y de otros tantos síntomas de anacronismo social para que una minoría poderosa pueda mantener al engañado pueblo con la soga al cuello.
Parece que el sino del mundo es el embrutecimiento de la gente; el signo más evidente es la forma en que se guía al ciudadano a no pensar. Muchos quedan hipnotizados, sin libre arbitrio ¡si es que algún día lo tuvieron!
En este sentido el lenguaje podría ser el blanco, la zona de ataque de un régimen futuro que tenga como fin la consecución de una colectividad que no piense, que no razone y que por el contrario se deje llevar. El cambio futuro en el lenguaje, según George Orwell en su profecía “1984”, será la NEOLENGUA. Una nueva lengua reconstruida por filólogos y otros especialistas.
La NEOLENGUA no consiste en crear nuevas palabras, consiste en desmantelar las ya existente y el resultado será la neolengua. Estos filólogos tienen como función única despojar significados de las palabras, de centenares de palabras.
El lema será: “Renovar el idioma para dejarlo en los huesos”. ¿Qué se querrá conseguir con la NEOLENGUA a nivel colectivo? Se querrá limitar el alcance del pensamiento, estrechar el radio de acción de la mente. Así por ejemplo, en un régimen totalitario – que es la materia de “1984”- será imposible que ningún miembro de este régimen cometa lo que él llama el “CRIMEN DEL PENSAMIENTO” que consiste en rechazar mentalmente el régimen.
¿Hasta allí llegaremos, a que nos controlen el pensamiento? Nadie, si llega a establecerse en un futuro la NEOLENGUA, tendrá capacidad para revelarse contra el aplastante sistema de control.
La idiotización del mundo entero será perfecta cuando se establezca la NEOLENGUA ¡Analícenlo ustedes mismos!
¿Cómo podrán los ciudadanos de un país oprimido por un sistema totalitario “traicionar” con su pensamiento dicho sistema si cada concepto, con la puesta en marcha de la NEOLENGUA, se expresará claramente con una sola palabra cuyo significado estará decidido rigurosamente y con todos sus significados secundarios eliminados y olvidados para siempre?
¡Cada año habrá menos palabras y el radio de acción de la conciencia será cada vez más reducido!