Por Lida Prypchan
Parece imposible concebir a la mente localizada fuera del sistema nervioso. Aún no se sabe en qué órgano reside. Sin embargo, sabemos que existe. Algunos la han identificado con el alma. Otros decían que se encontraba en la glándula pituitaria, que está debajo de la base del cráneo. Pero no se sabe. Se conoce simplemente el proceso del pensamiento.
El centro de mandos es el cerebro: él recibe la información, la clasifica, la interpreta y emite las respuestas a la información recibida. A él le llegan estímulos y él administra su procesamiento y la emisión y transmisión de las respuestas. Se trata de un proceso complicadísimo: es toda una computadora que recorre el cuerpo entero recolectando información, procesándola y respondiendo.
Puede seguirse el paso de los impulsos que van hacia cerebro y una vez que llegan a él, seguir su rastro es producto de un sistema de estudios muy estructurado.
George Berkeley, filósofo del siglo XVIII, creía que el mundo material no tenía existencia real fuera de la mente y que los objetos existían sólo si eran percibidos. Sin embargo, a veces la mente se engaña al interpretar ciertos datos que le aportan los nervios sensoriales.
Un golpe en un ojo puede causar una presión sobre los nervios que conducen al cerebro. Como éstos normalmente sólo transmiten impulsos producidos por la luz y como recorren la misma ruta hacia el cerebro, la mente los interpreta y convierte en ráfagas de luz (decimos que vemos las estrellas).
El LSD, por ejemplo relaja la mente, hay producción de nuevas sensaciones (como si se abriesen puertas desconocidas), pero disminuye la percepción del exterior. Se observa todo como una alucinación ajeno a lo que normalmente vemos como realidad porque esta droga afecta o actúa sobre el sistema nervioso.
Los recuerdos son los residuos de la mente. Después de varios estudios se llegó a la conclusión de que los recuerdos se almacenaban en extensas áreas del celebro.
También han aportado mucho en cuanto al concepto de la mente: Freud y Jung. Freud descubre el subconsciente (lo llama Id o instintos primitivos). Decía él que este subconsciente estaba formado por las primeras experiencias del individuo. Su técnica de solución era el Psicoanálisis o sea revelar el contenido del subconsciente y de este modo eliminar las anormalidades del comportamiento humano.
Jung decía que todo individuo nacía con lo que él denominó subconsciente colectivo o racial, o conjunto de experiencias de su raza, moldeado por millones de años de continuos cambios evolutivos y con un contenido de residuos mentales acumulados desde las épocas más primitivas.